El Duelo después de una Ruptura
El Duelo y Cómo Afrontarlo Según la Ciencia
El fin de una relación amorosa puede ser una de las experiencias más dolorosas a nivel emocional y psicológico. No es solo la pérdida de una persona, sino también de los sueños, planes y expectativas compartidas. Este proceso de adaptación se conoce como duelo y, según estudios científicos, tiene un impacto directo en nuestro cerebro y bienestar emocional.
Helen Fisher, reconocida antropóloga biológica, ha investigado el amor y la ruptura desde una perspectiva neurocientífica. Sus estudios han demostrado que el desamor activa áreas cerebrales asociadas con la adicción, lo que explica por qué superar una ruptura puede ser tan desafiante y complicado.
Existen varias etapas en el duelo en una relación de pareja, los efectos psicológicos y neurológicos de la pérdida, y estrategias basadas en la ciencia para afrontar y superar el proceso de separación.

Las Etapas del Duelo Amoroso
El duelo en una relación amorosa comparte similitudes con el duelo por la pérdida de un ser querido, generalmente se cree que es lineal pero las etapas pueden aparecer sin orden o mezcladas. La psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross identificó cinco etapas clásicas del duelo que también se aplican a la ruptura amorosa:
1. Negación
En esta fase inicial, la persona afectada se resiste a aceptar la realidad de la ruptura. Puede experimentar sensaciones de incredulidad y esperar que la relación pueda repararse.
Intentar dar explicación a los comportamientos, mentiras o falta de coherencia de la otra parte es frecuente en esta fase, sobre todo en aquellas relaciones que han terminado de forma abrupta por informaciones que llegan de terceros y no han tenido una conversación de cierre. No te aferres a intentar entender o explicar los comportamientos de la otra persona, en definitiva cada uno actúa conforme a sus propias creencias e intereses. No necesitas un cierre, ni una conversación para seguir adelante, puede que lo quieras y que fuera más sencillo, pero no lo necesitas.
2. Ira
El dolor y la frustración pueden transformarse en enojo, ya sea dirigido hacia la expareja, hacia uno mismo o hacia la situación en general.
Esta fase es natural y forma parte del proceso de sanación emocional, entiende esta fase como una transición necesaria, un momento malo que pasará.
Es una emoción fuerte que te ayudará a contrarrestar la tristeza que surge en todo proceso de duelo, no te quedes en ella pero entiende su función.
3. Negociación
Durante esta etapa, intentarás encontrar maneras de recuperar la relación. Pueden surgir pensamientos como «Si hubiera hecho esto diferente, quizá seguiríamos juntos».
Ten en cuenta lo siguiente: ya sea que te han dejado o que has dejado porque la relación no cumplía con tus necesidades aunque sigas amando, no tenemos control sobre el comportamiento de la otra persona, tenemos que centrar nuestros esfuerzos en nosotros, en recuperarnos. No tenemos forma de cambiar el comportamiento ajeno o lo sucedido, sí podemos afrontar la situación desde la responsabilidad afectiva y la madurez emocional.
Seguro que has escuchado alguna vez eso de «Un clavo saca a otro clavo», yo también lo he escuchado aunque tengo uno mejor de Ana Milán «El clavo que saca a otro clavo vive en lugar ajeno». La realidad es que poner a una persona en el hueco de otra puede minimizar el dolor pero es una forma de no transitar el duelo, no aprender de la ruptura y no cerrar el hueco de esa persona de forma saludable. Sustituir personas es una forma de huir del dolor muy injusta para todas las partes implicadas.
4. Depresión
La tristeza profunda es una reacción común. Puede manifestarse en una falta de interés por actividades diarias, dificultades para dormir o pérdida del apetito. Según Helen Fisher, en este punto el cerebro experimenta un síndrome de abstinencia similar al de una adicción porque sigues teniendo la misma configuración en el cerebro de cuando tenías está relación pero ahora no estás segregando dopamina sino hormonas relacionadas con el estrés, como pueden ser el cortisol o la adrenalina. Por este motivo muchas personas enlazan una relación con otra de forma constante porque al vincularse nuevamente evitan el síndrome de abstinencia post ruptura.
Debes centrar la atención en producir dopamina o serotonina con ayuda de suplementos (magnesio, triptófano, vitaminas, melatonina) o actividades que te lo permitan como cantar, bailar, abrazar, escuchar música, dejar que te abracen, hacer ejercicio, respirar, meditar y ocupar tu tiempo en lo que te hace feliz.
En estos momentos te puede apetecer encerrarte en casa pero quizás es el momento de pensar en lo que te vendría bien y no en lo que te pide el cuerpo.
5. Aceptación
Con el tiempo, la persona comienza a aceptar la pérdida y se adapta a su nueva realidad. Esto no significa que la tristeza desaparezca por completo, sino que deja de dominar la vida diaria.
Sabrás que has superado el duelo cuando veas la relación con perspectiva, entiendas su final y seas capaz de recordar sin dolor.

El Impacto Neurológico del Desamor
Helen Fisher ha utilizado resonancias magnéticas funcionales (fMRI) para analizar qué sucede en el cerebro durante una ruptura amorosa.
Sus hallazgos revelan que:
- La región del cerebro asociada con la recompensa y la motivación, el área tegmental ventral (ATV), sigue activa tras una separación.
- La amígdala y el córtex prefrontal, vinculados a la regulación emocional, muestran una actividad alterada, explicando por qué las emociones pueden ser tan intensas.
- Se activan circuitos neuronales similares a los de la adicción a sustancias, lo que hace que «desengancharse» de una relación pueda ser tan difícil como dejar un hábito adictivo.
Estrategias Científicamente Probadas para Superar una Ruptura
Superar una ruptura no es fácil, pero existen estrategias basadas en la investigación científica que pueden ayudar:
1. Evitar el Contacto con la Expareja
Helen Fisher recomienda reducir al máximo la exposición a la expareja, ya que el contacto activa las mismas regiones cerebrales asociadas con la adicción.
2. Ejercicio Físico
El ejercicio libera endorfinas y serotonina, neurotransmisores que ayudan a mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés.
3. Expresión Emocional
Escribir sobre la experiencia o hablar con amigos o terapeutas puede ayudar a procesar la pérdida de manera más saludable.
Pide ayuda a tu entorno, intenta reconocer la situación en la que estás cada día porque es la única forma de recibir la ayuda que necesitas en cada momento.
4. Explorar Nuevas Actividades
Aprender una nueva habilidad, viajar o involucrarse en proyectos personales permite redirigir el enfoque mental y emocional.
5. Meditación y Mindfulness
Prácticas como la meditación han demostrado ser eficaces para reducir la ansiedad y mejorar la regulación emocional tras una ruptura.

El duelo amoroso es un proceso complejo que involucra respuestas emocionales, psicológicas y neurológicas. Estudios como los de Helen Fisher demuestran que el desamor activa circuitos cerebrales similares a los de la adicción, lo que explica su intensidad. Sin embargo, estrategias basadas en la ciencia pueden ayudar a superar la pérdida de manera saludable y abrir camino a nuevas oportunidades de crecimiento personal y amoroso.
Entender el proceso de duelo y aplicar técnicas adecuadas puede marcar la diferencia entre quedarse atrapado en el dolor o encontrar un nuevo propósito en la vida.
Trabaja en tu duelo, será la forma de aprender de lo ocurrido y tener relaciones sanas y conscientes en el futuro.
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