Cómo hablar de sexualidad inclusiva con tu entorno (sin pelearte con todo el mundo)
No siempre es fácil tener estas conversaciones con familiares, amigos o compañeros de trabajo sin generar tensiones. Muchas personas tienen creencias arraigadas, desinformación o resistencia al cambio, lo que puede derivar en debates incómodos. Por eso, aprender a hablar de sexualidad inclusiva de manera efectiva, empática y basada en la evidencia científica te ayudará a que otros entiendan mejor el mensaje.
La sexualidad inclusiva no se limita solo a aceptar diferentes orientaciones sexuales o identidades de género; implica también reconocer los derechos de todas las personas a vivir su sexualidad de forma libre, segura, respetuosa y sin discriminación, sin importar sus características físicas, culturales, étnicas o funcionales (WHO, 2006). Creo que se puede abordar este tema con sensibilidad, claridad y, sobre todo, sin peleas.
¿Qué es la sexualidad inclusiva?
La sexualidad inclusiva es un enfoque que reconoce la diversidad humana en torno al sexo, el género, la orientación sexual, la expresión de género y las prácticas sexuales consensuadas. Parte de la base de que no existe una única forma correcta de vivir la sexualidad y que todas las expresiones válidas merecen respeto.
Por qué es importante hablar de sexualidad inclusiva
Combatir la desinformación
Según un estudio de la American Psychological Association (APA, 2021), los mitos sobre la sexualidad y el género aún están muy presentes en la sociedad. Hablar de sexualidad inclusiva ayuda a desmontar falsas creencias y prejuicios que alimentan la discriminación.
Reducir la discriminación
La desinformación y el desconocimiento suelen ser la base de la homofobia, la transfobia o el capacitismo sexual. Una conversación bien llevada puede generar comprensión y empatía.
Crear entornos más seguros
Cuando hablamos abiertamente de sexualidad inclusiva, ayudamos a construir espacios donde todas las personas puedan expresarse libremente, favoreciendo el bienestar psicológico y emocional (Meyer, 2003).
Cómo preparar la conversación sobre sexualidad inclusiva
Infórmate y actualiza tus conocimientos
Antes de iniciar una conversación sobre sexualidad inclusiva, es importante contar con información precisa y actualizada. Consulta fuentes fiables, como la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Americana de Sexología (AASECT) o estudios académicos recientes.
Por ejemplo, es fundamental comprender la diferencia entre términos como:
- Orientación sexual: atracción emocional, romántica o sexual hacia otras personas.
- Identidad de género: percepción interna de ser hombre, mujer, ambos, ninguno u otra identidad.
- Expresión de género: cómo una persona comunica su género a través de su apariencia o comportamiento.
- Sexo asignado al nacer: clasificación basada en características biológicas.
Elige el momento y lugar adecuado
No todas las situaciones son propicias para tratar temas sensibles. Busca un momento en el que ambas partes puedan conversar sin prisas ni interrupciones, en un entorno tranquilo.
Ajusta tus expectativas
No esperes convencer a todo el mundo en la primera conversación. El cambio de perspectiva es un proceso y no siempre lo vas a conseguir a la primera.
Estrategias para hablar de sexualidad inclusiva sin entrar en conflicto
Escucha activa
Permite que la otra persona exprese sus dudas, temores o desacuerdos. A menudo, detrás de las resistencias hay miedo o desconocimiento.
Utiliza el «yo» en lugar del «tú»
Frases como «yo he aprendido que…» o «yo entiendo que…» resultan menos confrontativas que «tú no entiendes» o «tú estás equivocado».
Comparte experiencias personales o historias reales
Las anécdotas cercanas generan más empatía que los argumentos teóricos. Según estudios de Green & Brock (2000), las narrativas personales facilitan el cambio de actitudes porque conectan emocionalmente.
Basarse en datos científicos
Incluir estudios y datos puede aportar solidez a la conversación. Por ejemplo:
- Según la APA (2021), las terapias de conversión carecen de fundamento científico y son altamente perjudiciales.
- Un estudio de Flores et al. (2019) revela que la aceptación social de las personas LGTBIQ+ mejora significativamente cuando las personas tienen contacto cercano con alguien del colectivo.
No minimizar las emociones ajenas
Aunque los prejuicios sean injustificados, es importante validar las emociones que provocan. Puedes decir: “Entiendo que esto te resulte nuevo o incómodo”.
Algunos argumentos frecuentes y cómo responder
«Eso no es natural.»
Respuesta: La diversidad sexual existe en la naturaleza en múltiples especies, como documenta Bagemihl (1999) en su libro Biological Exuberance.
«Antes no existía tanta confusión.»
Respuesta: Las identidades diversas han existido siempre, pero ahora tenemos más información y libertad para nombrarlas y visibilizarlas (Herdt, 1994).
«Es solo una moda.»
Respuesta: Las investigaciones científicas han demostrado que la orientación sexual y la identidad de género no son elecciones ni modas pasajeras (American Psychiatric Association, 2013).
Qué hacer si la conversación se complica
A pesar de los esfuerzos, puede que algunas personas reaccionen de forma hostil o cerrada. En esos casos:
- Mantén la calma.
- No respondas con agresividad.
- Acepta que no puedes controlar la reacción ajena.
- Finaliza la conversación si se vuelve irrespetuosa, pero deja la puerta abierta para retomarla en el futuro.
La importancia del autocuidado
Hablar de sexualidad inclusiva puede ser emocionalmente agotador, especialmente si la persona receptora muestra hostilidad. Después de estas conversaciones, es clave que busques apoyo en tu red de personas seguras y practiques el autocuidado emocional.
Recuerda: no es tu responsabilidad educar a todo el mundo a costa de tu bienestar mental.
Los cambios necesarios que empiezan por el diálogo
Hablar de sexualidad inclusiva no es sencillo, pero sí imprescindible. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de crear espacios donde la diversidad sexual y de género no solo sea aceptada, sino celebrada. Las conversaciones basadas en evidencia científica y el respeto, son una de las herramientas más poderosas para lograrlo.
Como señala la investigadora Lisa Diamond (2008), la sexualidad humana es fluida, diversa y compleja. Cuanto más sepamos y compartamos, más contribuimos a un mundo donde todas las personas puedan amar y vivir libres.
Por cierto, tengo más artículos sobre sexualidad en el blog.
